Adiós Maestro

​​​​​​​Ayer nos dejó Ángel Guastella, figura emblemática del rugby argentino. En esta nota, dos amigos de su talla, “Pochola” Silva y “Pipo” Méndez, recuerdan a “Papuchi” con profunda admiración.

En el día de ayer la imagen de Ángel “Papuchi” Guastella pasó por todos los medios nacionales. No era para menos. “Papuchi” fue protagonista de varios momentos fundacionales del rugby nacional. Apertura de Pueyrredón, jugó en seleccionado durante los años 50, para luego saltar a ser su entrenador, justo en el nacimiento de Los Pumas en 1965. Más adelante, compartió este honor junto a Héctor “Pochola” Silva en el primer Mundial de Rugby en 1987.

Para “Pochola”, Ángel “Fue un apasionado del rugby. Por vocación: docente, profesor de Educación Física. Tuve la suerte de conocerlo desde muy joven. Gracias a él fui convocado al seleccionado de Buenos Aires para disputar el Campeonato Argentino, después de haberme visto jugar en un partido de Segunda División en mi club Los Tilos. Y confió en mí, a pesar de que por esos años era impensado que esa categoría podría tener jugadores con chances. Se la jugó y de allí surgió una linda amistad. Fuimos a Sudáfrica y la historia ya la conocen.”

Silva recordó también cómo era la relación con Guastella por aquellos años y esa impronta suya tan particular que lo llevó a erigirse como uno de los grandes del rugby argentino. “Después de entrenamiento lo acercaba hasta su casa de la Boca, era hincha fanático, y nos quedábamos charlando. Fue mi referente como así también de tantos otros jugadores. Su vocación lo llevaba todo el tiempo a pensar en su gran pasión: el rugby. Lo difundió como pocos, en su club Pueyrredón, en el colegio Bayar, donde daba clases, y concluyó su carrera en Tucumán, donde siguió  impartiendo sus conocimientos. Allí lo cuidaron hasta último momento.”

Otro que lo conoció y compartió muchos momentos con él, fue Héctor “Pipo” Méndez: “Papuchi Guastella cumplió con creces el ciclo de sus sueños. Jugador del club Pueyrredón y del Seleccionado Argentino, al que ayudó en su transformación a Pumas siendo luego, largo tiempo, entrenador y dirigente. Coach nacional, formó personas en el sentir trascendente del juego del rugby: primero personas dignas y de ahí jugadores aptos. Como dirigente político en la UAR, abrió –junto a un grupo de clubes– nuevos rumbos en el desarrollo del Rugby y la competencia. Fue, como corresponde, un apasionado revulsivo. Adulado, discutido y resistido. Como corresponde, también, a los que deciden volar según sus convicciones.”

“Pipo” se despidió de su amigo con gratitud: “Tuve la suerte de tenerlo como entrenador y su conducta construyó en mí estructuras a seguir y también polemizar apasionadamente. Eso rescato y agradezco. Su ejemplo para vivir con pasión. Gracias Papuchi.”

“Pochola”, en tanto, hizo lo propio parafraseando al propio “Papuchi”: “Fue uno de los grandes pensadores de este hermoso deporte. Primer entrenador de Los Pumas 65 junto con Alberto Camardón. También jugador del seleccionado como apertura. Sin duda fue una vida apasionada por el rugby y deja un legado que aún este deporte lo conserva tal cual. Solía decir que este deporte es para que lo jueguen buenas personas, leales y dentro de las reglas, como principios que deben cumplirse a rajatabla. Fue un grande, querido y sobre todo buena persona. Por todo eso lo vamos a extrañar.”

Últimas noticias